Las culpables
Los últimos días, México se ha visto azotado por una ola de desapariciones y feminicidios. En redes, ha circulado una de muchas fichas de búsqueda. La ficha es de Debanhi Escobar, una adolescente de 18 años que despareció el 9 de abril del presente año en el estado de Nuevo León.
Lo alarmante es lo que lo ha vuelto un caso viral. Ha estallado en redes por la situación en la que Debanhi desapareció. De acuerdo a la información proporcionada por la familia de Debanhi a través de su cuenta de Instagram, ella despareció tras haber ido a una fiesta con unas amigas, quienes la dejaron sola.
Ante los ojos de la sociedad, las culpables siempre son las madres, abuelas, tías que dejan a sus hijas, nietas, sobrinas ir a la tienda o a una fiesta. Las culpables son las amigas que no se quedaron en todo momento a su lado. La culpable es la víctima, que porque ya era muy noche, llevaba una falda muy corta o un escote muy pronunciado, estaba alcoholizada, estaba sola. Las culpables de la violencia patriarcal de la que somos víctimas siempre somos nosotras.
Como mujeres socializadas en un sistema patriarcal, aún siendo feministas, podemos tener actitudes crueles y misóginas para con otras mujeres. Sin embargo, no podemos compararlo con las violencias que ejercen los varones sobre nosotras. Violencias que vienen de un sistema que justifica la dominación, explotación, opresión y discriminación contra las mujeres.
Y, por si fuera poco, se aprovechan de casos como éste para descalificar todo lo que el feminismo ha logrado, para perpetrar el discurso de que una mujer es la peor enemiga de otra mujer.
Los verdaderos culpables son los acosadores, abusadores, violentos, feminicidas, son ellos.
Los verdaderos culpables son el Estado, el Sistema de Justicia ineficiente, impune, violento, que no hace nada por garantizar los derechos, las vidas de sus mujeres. Y la sociedad es cómplice, porque parece que es completamente normal que diario haya al menos 10 fichas de mujeres desaparecidas en el país, que la violencia contra la mujer ya forma parte del día a día.
Las mujeres y niñas no deberían desaparecer. Si una mujer se encuentra sola en la calle, lo normal sería que regresara sana y salva a casa.
Es importante la creación de redes de apoyo, de cuidado entre unas y otras. No caer en el discurso de que las mujeres no somos violentas y somos perfectas, porque no es así, pero, tras reconocer que tenemos todo un sistema que nos juega en contra, las relaciones entre mujeres, salvan.
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